Antes de redactar el artículo definitivo, queria solictar las mejores fotos que todos sacásteis, ya que no tengo ningún material para poner. Enviarlas a la direccion: info@spicon.net
Para empezar, una de las ausencias más destacadas en esta estelar y última actuación ha sido la de LUIS MARI, ese impresionante bandurrista, aunque su espíritu planeaba entre nosotros y nos daba la suficiente energía para hacer un concierto memorable en nuestro pueblo. No obstante, mandó un mensaje vía móvil en los términos siguientes:
Haced lo que podais sin mí. Que os salga bien el zortziko.
El escenario, compartido con la Orquesta Tarantella. Para poder tener espacio suficiente, utilizamos sus luces y las torres de sonido. El resto del montaje, el habitual. Pero gracias a sus tecnicos de iluminación y a Jesús Arellano que estuvo durante toda la actuación en la mesa de luces, el escenario era un verdadero espectáculo de luz.
La gala tuvo mucha expectación. Tanta que había gente esperando el comienzo de la actuación mas de hora y media antes. Y las sillas dejaron de estar disponibles al menos con una hora de antelacion.
Y al fin llegó la hora… incluso minutos antes de la hora… todo estaba listo y se comenzó como viene siendo habitual, con mùsica. Las siete letras de tu nombre (por Bolivia, no por Araciel) con el sólo de Manuel Magaña arrancó los primeros aplausos antes de intervenir Miguel Virto para agradecer la asistencia y los aplausos.
Ante ese buen ambiente, los componentes del grupo se fueron creciendo. La iluminación era expléndida, con nuestro cañonero José Tomás Virto y nuestro técnico de luces habitual, Juanjo Virto, indicando las diferentes escenas segun los temas del repertorio.
Una tras otra eran cantadas y aplaudidas con gran intensidad por el público. Llegado el momento, nuestro director llamó al escenario a los «componentes en la sombra» del equipo tecnico para agradecerles sus esfuerzos. Allí subieron a recibir ese aplauso, Juanjo, José Tomás, Miguel (el «farru»), Eva… y Jesús Alútiz, el camionero, con los que se tuvieron unas palabras de agradecimiento. Y cantaron el cumpleaños feliz para Miguel (el «farru») y Ceferino (el «Astillero de las Bardenas»).
Despues de algunos bises, se terminó la última actuación de la temporada. Parece ser que nos volveremos a juntar en breve para disfrutar de una cena en VILLAABUELO.
Esperamos vuestros comentarios.